sábado, 3 de agosto de 2013

Que linda es cuando escribe.

"Abrir canales, volver a la telepatía perdida. Seguir el impulso de sentir, sentir el impulso de seguir con el cuerpo al sol, con el alma a la luna. Volar en un suspiro, derrumbando las barreras mentales mentiras y con el aire en soplido rosar tu cara, recordándote que desde alguna estrella mis ojos te miran."

Escrito por la hermosa L.

viernes, 2 de agosto de 2013

Solo tu mano vientito.

Nunca el viento regocijó tanto los vaivenes de un psiquis invadido, conquistado, por colores, por estrellas, por budines de dulce de leche. El espacio convierte en hamaca la melancolía de una tarde de soledad, un conjunto de paginas versadas recomponen la estructura del todo, del aire. Si subo, si bajo, si duermo, si escapo, si río, si pienso... Soy yo, y conmigo construcciones. Dame la mano dale?

Vapor

Se empujan sin tocarse, como si compitieran para ver quien se funde primero con el piso, sin saber que en un instante serán parte de lo mismo y en otro instante mas adelante solo vapor.

Irreverente acto el morir.


Sin infierno el temor es nulo, por eso tanto diablo de cartón por estas calles. Hicieron de la vida un pasaje, que aún siendo tan efímero y despreciable, es la fuente principal de aquella culpa del "hice todo mal". Soy pecador, pues destrone al cielo de todas mis preocupaciones y de tal acción se desprendió una guerra. La misma que disputa mi mirada irreverente contra el miedo regulador. 
¿En que debemos pensar nosotros los mortales? ¿A que se debe tanta multiplicidad de mundos y niveles? ¿Somos el resultado de nosotros mismos o la mentira de nosotros mismos? 
No creo ser el poseedor de dichas respuestas pero puedo llegar a proponer una alternativa bella ante tanta oscuridad. Se trata de transmutar el universo a un poema. Un poema sin cielo ni infierno, un poema sin tiempo ni miedo. Un poema que no sienta temor de perecer, pues conoce lo irrelevante de ese acto.

Círculo!

Una luz cruzaba el pasillo esquivando el polvo sobrante del mueble, que despreocupado miraba como las estrellitas bailaban entre ellas. Él hace ya tiempo que duerme tranquilo, sus pies dejaron de doler, sus manos solo tiemblan por el frío y su voz decora las mañanas en conjunción con los pájaros.

Una tibia alegría corroe hasta el más firme de los lamentos y en ese momento la tibieza transmutó a rojo vivo y las miradas inundaron de deseos el ambiente.

 En el fondo de la casa , entre la pared y un cuadro de Velázquez se halla una escalera, que como función primordial se encuentra la de generar una de las oscuridades mas profundas que el tiempo pudo apreciar. De la inmensa oscuridad, se desprendió una pluma.



Pluma progenitora de cientos de poemas que, como toda pluma nunca querrá dejar de escribir. Se paró en el medio de la sala y dibujó un círculo, dentro del mismo escribió el nombre de él y a continuación, luego de elevarse unos centímetros se transformó en melodía. El círculo, siguiendo el ritmo, se cortó y la linea, como enamorada de la música, pinto en el suelo, debajo del nombre los ojos de ella.

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