viernes, 2 de agosto de 2013

Irreverente acto el morir.


Sin infierno el temor es nulo, por eso tanto diablo de cartón por estas calles. Hicieron de la vida un pasaje, que aún siendo tan efímero y despreciable, es la fuente principal de aquella culpa del "hice todo mal". Soy pecador, pues destrone al cielo de todas mis preocupaciones y de tal acción se desprendió una guerra. La misma que disputa mi mirada irreverente contra el miedo regulador. 
¿En que debemos pensar nosotros los mortales? ¿A que se debe tanta multiplicidad de mundos y niveles? ¿Somos el resultado de nosotros mismos o la mentira de nosotros mismos? 
No creo ser el poseedor de dichas respuestas pero puedo llegar a proponer una alternativa bella ante tanta oscuridad. Se trata de transmutar el universo a un poema. Un poema sin cielo ni infierno, un poema sin tiempo ni miedo. Un poema que no sienta temor de perecer, pues conoce lo irrelevante de ese acto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales